De la noche en que asusté a la chica del 3ºD

Todo comenzó con una de las noches de fiesta de los filólogos en el Casco, y terminó en una noche de pesadilla para la pobre chica del 3º Derecha...

Volvía yo a casa cuando serían las 4. Llovía un poco, y yo llevaba puesto mi abrigo negro abrochado hasta el cuello y la capucha cubriéndome la cabeza. Mientras caminaba por Tomás Bretón me dí cuenta de que hacía rato que una chica iba unos cuantos metros delante de mí. El caso es que la chica se metió por la misma calle en la que estaba mi piso, y después se metió justo en mi edificio. Después de que ella atravesara la puerta, yo corrí un poco para que no se me cerrara y ahorrarme el abrirla yo mismo; pero se cerró, y tuve que sacar mi llave... A partir de ahí todo transcurrió como una película de terror...

La chica, que se estaba descalzando en las escaleras, se sobresaltó al oír que alguien trataba de abrir la puerta y se giró; al ver a un indivíduo completamente vestido de negro y encapuchado abriendo la puerta, echó a correr escaleras arriba. Y yo, no contento con el susto que le había dado, aceleré un poco mi paso, porque soy un cotilla y quería saber quién era. Sus pasos eran cada vez más rápidos mientras subía las escaleras, y yo subía los escalones de dos en dos. Justo cuando llegué al rellano del tercer piso, la puerta de la derecha se cerró de golpe haciendo un gran ruido. Yo seguí mi camino hacia el 4ºC como si nada, pero después, mientras trataba de dormir, me di cuenta de que tal vez le hubiera dado un pequeño susto a la pobre chica...

Al día siguiente, mientras esperaba con las maletas en el portal a que llegara mi padre con el coche, la chica del tercero bajó, y sonrió un poco al verme, así que pensé que todo habría quedado en una graciosa anécdota...

Esta anécdota me recordó un poco a la típica película de terror adolescente...

El dia en que el piso casi se convierte en una piscina de jabón

Todo sucedió una cálida mañana de primavera, cuando a Némesis, que no tenía nada mejor que hacer, le dio por aprender a poner la lavadora. Y lo consiguió... vaya que si lo consiguió...

Némesis metió la ropa en la lavadora y empezó a echar el jabón, supuestamente hasta llenar una parte del cajoncillo. Pero lo que pasa es que el jabón no se conserva en el cajoncillo, sino que se va para dentro. Mas para cuando Némesis se dio cuenta de esto era demasiado tarde, y ya había echado medio bote de jabón dentro de la lavadora. Y la puso en marcha.

En un principio no pasó nada, pero pasado un rato comenzó a salir un leve hilillo de jabón por el cajoncillo. Némesis comenzó a limpiarlo, pero como no paraba de salir hizo como si no pasara nada y se fue al comedor.

Pero más tarde ocurrió lo que tenía que ocurrir, y apareció Fuen alarmada exclamando: "¡El jabón, el jabón! ¡Se nos está llenando la cocina de jabón!". Y Némesis se desapalancó del sofá y se dirigió a la cocina, para contemplar con horror una inmensa bola de espuma, creciente por momentos, sobre un gran charco que inundaba la cocina.

Fuen actuó con rapidez, y paró la lavadora, la abrió y comenzó a quitar bolas de espuma, para echarlas en el cubo de la fregona. Como Némesis es así de original, dejó que lo limpiara todo Fuen, mientras ella la miraba.

Finalmente todo quedó en otra anécdota más y unos cuantos cubos rebosantes de espuma.

Calificad esta catástrofe seminatural; recordad de 1 como poco catastrófico a 10 como catastróficamente catastrófico.

¡Un saludo!
LOS PISOTONES.

Del frío día en que la hija de la casera nos trató de tontos

Todo comenzó el día más frío de este invierno, cuando en el piso se nos rompió la calefacción y no nos dimos cuenta hasta que la temperatura interior del piso era más baja que la de la calle. El caso es que bajamos a comentárselo a la dueña y, como siempre, estaba de viaje (con el IMSERSO), ásí que nos abrió la puerta su hija, la super-rebordenca que nos odia porque ocupamos el piso de su frustrada emancipación, ya nombrada en otras entradas de este blog. La conversación fue tal que así:

PISOTONES: Hola. Que no nos funciona la calefacción...

HIJA DE LA DUEÑA (pensativa): Ah, pero... ¿la habéis encendido?

PISOTONES: Sí, claro...

[...Silencio...]

HIJA: Pero... ¿ha hecho "clic"?

PISOTONES: Sí...

[...Silencio de nuevo....]

HIJA: Ah, bueno, pues buscad un reloj que tiene que marcar un tres.

Y va la tía y se queda tan pancha.

El regreso a nuestro piso estuvo plagado de carcajadas. Una vez en casa, como tontos, aún buscamos el reloj que marcara un tres (¡¿?!), y llegamos a la conclusión de que la calefacción nos la había cortado la hija, para que nos fuéramos del piso y así poder quedárselo ella; y deducimos que en cualquier momento se nos irían la luz y el agua...

Pero todo acabó cuando subió la hija (ataviada con su chándal de estar por casa y los zapatos de arreglar, muy mona ella), nos desordenó todo el armario donde están todos los mecanismos que hacen que tengamos calefacción y comenzó a funcionar. Ella nos intentó explicar cómo lo había arreglado, pero entre que era de noche y no veíamos nada y que no prestábamos mucha atención porque estábamos muy ocupados aguantándonos para no reirnos de ella en su propia cara, no nos enteramos de nada; así que si se nos vuelve a romper... que Valar nos proteja.

Total que pasamos una noche muy fría... pero también muy divertida. Y aún hoy nos reímos recordando cómo la hija de la dueña de nuestro piso nos trató como si fuéramos tontos.

¡Saludos!
LOS PISOTONES.

Presentación del equipo Repsol Honda 2008

Hoy voy a contar nuestra aventura de ayer, 14 de febrero, día de los enamorados. Estábamos los tres pisotones (yo, Némesis y mi hermana Onna) dando uno de nuestros paseos vespertinos hacia el Parque Grande cuando, de pronto, vemos, frente a la Cámara de Industria y Comercio, una multitud de gente frente a una pantalla gigante con el logotipo de Repsol. Yo hubiera pasado de largo sin darme ni cuenta, pero mi hermana se puso a gritar como una loca "¡Pedrosa, Pedrosa! ¡Que está hoy en Zaragoza!" (pero que conste que a quien ella apoya y adora es al gran Valentino ROSSI).

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Total, que minutos después estamos los tres haciendo cola para entrar a ver la presentación del equipo de Moto GP Repsol Honda 2008. Y, como tenemos tan buena suerte, no pudimos entrar, y nos tuvimos que conformar con verlo todo desde fuera, en la pantalla gigante. La verdad es que resultó una presentación un poco cutrecilla, con canciones en playback de Melocos (estos pijillos que cantan una canción con Natalia de La 5ª estación) y pequeñas entrevistas a Pedrosa y Nicky Hayden.

Pero, al acabar la presentación, tuvimos nuestro memorable momento de diversión. Y es que, a la salida de la Cámara de Industria y Comercio, había un pequeño bordillo, en el que, a medida que salía la gente, se iba tropezando. Y con cada tropiezo, se oía mi carcajada y la de Némesis, que después se fue extendiendo por toda la gente que aún quedaba. Presenciamos todo tipo de tropiezos: los disimulados, los exagerados, los "uy, espero que no me haya visto nadie" y los que producen una sonora carcajada por parte del propio tropezante. Lástima no haber tenido cámara de vídeo.

Ah, y ese mismo día Onna se hizo rica. Pero esa es otra historia.

¡Saludos!
LOS PISOTONES

Una calurosa mañana de invierno

Todo comenzó una mañana de invierno, en la que Onna quería comer sopa que al no haberla sacado en un tiempo prudencial para dejar que se descongelara y dado su hambre voraz decidió que tenía que descongelarla. Y fue cuando se le ocurrió meterla en el gran invento que es el microondas.
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Su intención era buena, en un principio. Pero luego acabó yendo por los caminos oscuros, sobre todo cuando se le ocurrió la brillantísima idea de poner la sopa semicongelada en una cazuela y meterla en el microondas y no calentarla en el fuego como le habia recomendado yo (Némesis). Y así lo hizo, la cazuela (de metal) al microondas.
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Después de ponerlo a descongelar y sentarnos las tres inquilinas del piso ( Onna, Fuen y yo) en el sofa a ver la tv se empezó a ver un humillo negro del que solo me percaté yo, debido a que ya tengo experiencia en incendios de cocina ( la de mi casa se incendio dos veces), asustada se lo comenté a mis compañeras, ( asustada no implica que me moviera del sofa para hacer algo). Onna fue la que se decidió a ir a ver lo que estaba sucediendo, pero viendo lo que ocurría se quedó paralizada. Tras unos instantes de serenidad y viendo la cara de espanto que había puesto (al ver fuego dentro del microondas), Fuen se acercó también para ver lo sucedido y fue entonces cuando todo paso con rapidez. Fuen al ver que dentro del microondas había un conato de incendio, tuvo la brillante idea de echarle un vaso de agua por encima y yo al empezar a oir el escándalo que se estaba armando en la cocina es cuando me levanté del sofá y con un poco de serenidad fui la única que reaccionó desenchudando el microondas de la luz para evitar posibles daños mayores como podría haber sido una explosión.
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Total que Onna, la culpable de todo esto, no pudo comer sopa, a la pobre cazuela, que no tenía la culpa de nada, se le derritió un asa, y el microondas acabó más negro que azabache y con un vaso de agua por encima.
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Bueno como podéis comprobar no ocurrió nada grave y las tres sobrevivimos a aquello, así que esperamos que después de haberlo leido nos digáis vuestra opinión y por supuesto evalueis del 1 al 10 como ya sabeis de poco a catastróficamentes catastrófico.

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Hasta la próxima,

LOS PISOTONES

Derrumbamiento del techo

Todo comenzo un buen día de septiembre en el que, mirando al techo del comedor, descubrimos una grietecilla minúscula e inofensiva (cuán equivocadas estábamos). Y, en broma, dijimos que eso no podía ser bueno.

El caso es que la grietecilla se iba alargando cada vez más por el techo. Hasta que un buen (o mal) día, a la vuelta de vacaciones de Navidad, descubrimos que la grietecilla había alcanzado magnitudes insospechadas, y el techo había comenzado a abombarse hacia abajo.

La primera semana nos confiamos y no pasó nada. Pero la segunda semana, un martes, mientras Nemesis veía House desde la puerta de la cocina y Onna y Fuen (antigua inquilina del piso) cenaban en la cocina, porque no se atrevían a entrar en el comedor, se oyó un crujido al que sólo Nemesis le dio la importancia que merecía y echó a correr pasillo abajo, tirando todo lo que tenía a su alzance, para acabar sentada en el suelo, con una crisis de ansiedad y un ataque de risa.; de esta forma alertó a Onna y Fuen, que sortearon los obstáculos que Nemesis había tirado y corrieron tras ella, mientras se oía un fuerte estruendo y el techo caía a trozos en el comedor.

Fuen bajó a avisar a la dueña del piso (ventajas de que viva en el mismo edificio) y no estaba, así que subió la super-rebordenca de la hija que nos odia porque tenemos el piso de su frustrada emancipación, y subió preguntando: "¿Os ha pasado algo? Es que he oído un ruido...". Y entonces llegó al piso y se encontró con el pastel.

Conclusión: las tres terminaron durmiendo en la cama de Onna por temor a que se cayera el resto del piso. Y Nemesis se alegró la vista con el culo del albañil que arregló el techo. Un saludo a los simpáticos albañiles que buscaban huequecitos sin pintar en la pared para no irse, y nos pintaron el sofá para que la dueña nos lo cambiara por uno más nuevo.

Hasta aquí nuestra primera aventura. Recordad evaluarla del 1 (poco catastrófico) al 10 (catastróficamente catastrófico), además de vuestros comentarios.

Saludos,
LOS PISOTONES.

Juramos que todo lo aquí relatado son hechos verídicos.

Hola pisotones!!!!

Buenos dias, tardes, noches o cuando sea que lo leas. Este blog lo hemos creado en uno de esos pocos momentos de lucidez que nos asaltan a lo largo del dia. Nos presentamos somos los PISOTONES, tres amigos, Nemesis, Yakkul y Atenea, y una cuarta amiga que no aprueba que hagamos esto con lo cual sólo la nombramos (gracias ONNA por tu aprobacion, que sepas que digas lo que digas vamos a seguir haciendo lo que nos de la gana).

Vivimos en un piso de estudiantes en el que ocurren acontecimientos de lo más interesantes que nos veiamos en la obligación de recopilar y trasmitir a todo aquel que quiera leerlo (derrubamientos, inundaciones, explosiones, invasiones,... en fin toda clase de acontecimientos naturales o no en la casa de cualquier hijo de vecino).

Mientras nos dure el alquiler iremos actualizando este blog, con los distintos sucesos de nuestra vida cotidiana que son de sobra interesantes.

Estaremos encantados de que nos visiteis y evalueis del 1 al 10 (teniendo en cuenta: 1 poco catastrófico y 10 catastróficamente catastrófico) y nos deis vuestra opinión. En breve comenzaremos nuestras andanzas.

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SALUDOS,
LOS PISOTONES.